El maestro de la música electrónica equipara la magia de las pirámides egipcias con la de la plaza de Santiago, donde el 31 de julio ofrecerá un concierto «espectacular».
Compone y ejecuta. Y lo vive. Y al hablar lo transmite. Considerado un maestro de la música electrónica, Jean Michel Jarre (Lyon, 1948) viajó ayer a Santiago para, contratado por el Xacobeo, estudiar la plaza del Obradoiro, donde el 31 de julio ofrecerá un concierto gratuito a modo de cierre de las fiestas del Apóstol 2010. Entre el público habrá quien sepa cómo se las gasta en directo esta estrella, pues el francés ya había actuado en Compostela, si bien hace casi 17 años, el 28 de agosto de 1993, y a las afueras de la ciudad, en el Monte do Gozo.
-¿Qué queda de aquel Jarre?
-Conocí a Fellini hacia el final de sus días y me dijo: «Me he pasado toda la vida pensando que cada vez que rodaba una nueva película era diferente de las otras y ahora me he dado cuenta de que, en realidad, aunque he ido mejorando, siempre he estado haciendo la misma película». Quiero decir que, obviamente, no voy a repetir el concierto de hace 17 años y que espero que la gente vea mejoras en mí, pero el mensaje siempre es uno.
-¿Y qué recuerda de ese día?
-Que fue un placer estar aquí, pero también algo frustrante por tener que actuar donde lo hice, que no estaba mal, y no poder donde quería, en el Obradoiro.
-Ha tocado bajo la torre Eiffel, en la acrópolis de Atenas, junto a las pirámides de Gizeh, en Egipto... ¿De veras le impresiona tanto esta plaza?
-Me encanta poder compartir mi música con mi público en lugares con alma. Y, sí, claro que me impresiona, porque este sitio tiene un alma única. A otra escala, el Obradoiro es un lugar tan especial como las pirámides egipcias, no tanto por su magnífica arquitectura como por los millones y millones de personas tan diferentes entre sí que han desfilado por aquí a lo largo de siglos dejando algo de ellas.
-En principio, España no figuraba en su gira del 2010. ¿Qué le hizo cambiar de opinión e incorporar el país al «tour», aunque sea con un solo recital?
-No. La verdad es que no preveía venir a España hasta el 2011. Y aún mantengo esos planes de regresar entonces. Pero cuando recibí esta propuesta de actuar en el Obradoiro, que es único, no dudé en aceptarla porque me parece muy interesante.
-¿Qué sorpresas tiene preparadas para la ocasión, pues?
-Repasaré mi viejo repertorio, tocaré también algo de lo nuevo y probablemente estrene un par de temas. Será un concierto espectacular, todo en directo, con muchos instrumentos, fuegos artificiales, láseres de última generación, vídeos... Incluso llevaré una cámara en las gafas y la gente podrá ver lo que yo.
Fuente:
La Voz de Galicia